Justificación pedagógica
Por pedagogías libres entendemos aquellas que tratan el proceso de aprendizaje atendiendo a la emancipación de las personas y colectivos. Emancipación de ideas, conductas y mecanismos que vamos reproduciendo día a día y que nos anclan y alinean.
En palabras de la escritora y activista bell hooks:
Educar como práctica de libertad es una manera de educar que cualquiera puede aprender. Este proceso de aprendizaje resulta más sencillo para aquellos enseñantes que también creemos que hay un aspecto de nuestra vocación que es sagrado; que creemos que nuestro trabajo no es sólo compartir información, sino participar en el crecimiento intelectual y espiritual de nuestros y nuestras estudiantes. Enseñar de una manera que respeta y cuida las almas de nuestro estudiantado es esencial si queremos crear las condiciones necesarias para que el aprendizaje pueda ponerse en marcha en sus dimensiones más hondas e íntimas.
bell hooks. Enseñar a Transgredir: La educación como práctica de la libertad.

La práctica de la libertad implica reconocer la situación de cada una para construir algo nuevo, supone transgredir un orden injusto, rechazar la autoridad y los castigos, respetar la dignidad de las personas y su singularidad, reivindicar la igualdad, desarrollar un espíritu crítico, construir otras éticas y situar la vida y la alegría en el centro. Además la libertad ha de ponerse en práctica constantemente, no sólo en el recreo.
En un intento de abarcar la complejidad de la cuestión educativa, la Escuela Libre de Enseñanza aspira a despertar en la comunidad de Los Solares una “responsabilidad colectiva” con el fin de construir un tejido educativo en el que todas seamos conscientes del lugar que ocupamos y la responsabilidad que tenemos, tanto con nosotras mismas como con la comunidad.
En la ELE entendemos que el aprendizaje ocurre constantemente relacionando conceptos, experiencias y sensaciones de manera espontánea. Tratamos el aprendizaje como un proceso en sí mismo, no dirigido a una finalidad, permanentemente inacabado e inconcluso. Digamos que fomentamos el aprendizaje por el mero aprendizaje. Así, por extensión, para nosotras el conocimiento no es una suma de partes, de materias individuales, sino que parte de una esencia transversal que atraviesa todos los planos y es su comprensión la que nos permitirá desarrollarnos autónomamente. Trabajar con esta complejidad implica huir de la compartimentación de los saberes, de la clasificación de las personas en cajones estancos y del yugo de la eficiencia, la productividad y la competitividad.
Atendiendo a las consideraciones anteriores sobre la educación como instrumento emancipatorio, responsabilidad colectiva y transversalidad del conocimiento, organizamos nuestra programación en base a una serie de puntos o líneas de trabajo que sirvan como hilo conductor y que tienen lugar en una situación concreta de recursos materiales y humanos. Es decir, trabajamos en función de las posibilidades que tenemos. Por lo tanto, cada punto es susceptible de crecer individualmente e interrelacionarse con los otros. De igual manera esta lista puede ampliarse si las circunstancias lo permiten. Para el curso 2021/2022, las líneas de trabajo de la ELE serán las siguientes: